viernes, 8 de octubre de 2010

OPPENHEIMER HABLANDO DE INTEGRACIÓN, NO ES CHISTE.

de Aris Rodriguez Mariota, el El jueves, 03 de junio de 2010 a las 23:32

Quienes hallan leído a Oppenheimer durante todos estos años sabrán que es un auntodeclarado pro-capitalista que pasó agachado en silencio durante el estallido de la crisis económica mundial. Aunque halla citado variables relevantes y desarrollado un espectro amplio del fenómeno latinoamericano tengo que diferir de su enfoque. Tanto México como Brasil son paises que dentro de sus estrategias han priorizado otros sectores de producción (industria biodiesel y soja a costa de desplazamientos kilométricos de poblaciones humanas) en sus economías, claro ello desprende una serie de servicios e industrias ramificadas, eso para tenerlo claro en primer lugar.

Que si a México no le ha ido bien como actor en la región, aparte de su crisis de seguridad, es porque liberar las barreras arancelarias mas que beneficios le trajo perjuicios, la industria del maíz casi se desplomó y la economía interna interna sufrió una inflación tan cruel pero a la vez disimulada (para no ahuyentar a las siguientes victimas del TLC, bueno Costa Rica cayó) que simplemente la canasta básica fue y es una utopía para miles de familias que sobreviven con menos de 1 dolar al día, claro alguna vez el mismo Oppenheimer dijo que en un mercado libre no a todos les puede ir bien, pero si los que acumulan riquezas lo dicen y son los únicos que lo pueden afirmar en el Miami Herald, entonces siempre sera considerado un mal necesario.

Que si México no aparece en la foto de la crisis política de Honduras, me parece lo mas sensato de Calderón, pero la visión de Oppenheimer es la clásica afirmación hememónica de intervencionismo, si tanto costo la soberanía de los estados latinoamericanos lo mínimo que debería decir es que superada la crisis debe abrirse un juicio nacional e internacional contra quienes violentaron la constitución (personas e instituciones, nacionales y extranjeros) y los convenios internacionales y así garantizar un estado de derecho y y la vigencia de Ginebra.

Definitivamente la integración es un reto que apremia a los paises latinoamericanos, pero sin embargo, Oppenheimer debe reconocer que ellos no será posible si "la embajada" sigue condicionando la apertura de los mercados ajustando desde los textos hasta la práctica acorde a sus intereses y promoviendo una desequilibrada paridad de condiciones entre los estados negociantes.

La integración se encaminará de la mejor manera en la medida en que ellos corten los tentáculos que controlan la política y las economías de los paises latinoamericanos (he ahí que no simpatiza con el ALBA).
Que si los Republicanos objetan a Arturo Valenzuela para Secretario de Estado, me parece irrelevante, es cuestión de tramite, lo que realmente importa es que la política internacional de Obama para con nuestra región cambie. Hasta ahora, la mona sigue vestida de seda.

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